Una vez mas queda patente el poder destructivo del hombre, el mismo que construyo este lugar es el que años después se encarga de destruirlo, tengo que decir que e estado en lugares muy vandalizados pero nunca me había encontrado con algo así. en este reportaje veréis que solo se han salvado dos cosas, una de ellas es un cuadro pequeño colgado de una pared y la otra son los focos del almacén supongo que por altura aun siguen íntegros. En las oficinas no quedan ni las paredes ya que eran de cristal y alguien se a dedicado a reventarlos todos.El in civismo, la falta de respeto, educación y los amigos a lo ajeno se han cebado en este lugar.
Pepsi descansa en paz
Buen reportaje.
ResponderEliminarAunque el deterioro es impresionante, el sitio dentro de lo que cabe está bien; mejor que algunos que he visto yo aquí en Lanzarote.
Hay bastantes objetos a pesar de que se hayan cargado todo lo demás. Eso sí, me llamó la atención el ver las paredes casi libres de pintadas; sólo he visto un par de ellas, y pequeñas.
¡¡Un saludo!!